viernes, 21 de febrero de 2014

En la mesa de mezclas

Hoy vamos a hablar, un poquito, de la relación de la música y el sonido con las imágenes.

El término audiovisión propuesto por el compositor y estudioso del sonido Michel Chion, hace referencia al tipo de percepción que se da en los medios audiovisuales, fundamentalmente cine y TV, aunque a menudo también en la vida cotidiana, y que consiste en una experiencia perceptiva en la que la imagen es el núcleo consciente de nuestra atención, pero en la que el sonido aporta en todo momento informaciones, efectos y significados, de modo que se modifica nuestra “imagen mental” de esa “imagen real” por efecto del sonido.

Hemos asumido como natural el hecho de que cuando va a ocurrir algo emocionante en una película, por muy realista que esta sea, empiece a sonar una música que acentúe esa emoción, importándonos poco el hecho de que sea completamente imposible, o al menos bastante improbable, que suene esa música en la vida real.

Este tipo de música se designa como extradiegética, ya que no podemos establecer una relación directa entre lo que vemos y lo que oímos. Por ejemplo, ¿dónde están los violinistas de Psicosis?, ¿dentro de la ducha?. Es lo que comúnmente llamamos Banda Sonora Original.

En cambio, hay escenas en las que, al entrar la protagonista a un bar, vemos a un pianista tocando y, como es natural, lo escuchamos. Hablamos entonces de música diegética, es decir, aquella que queda justificada por la imagen, y entendemos cuál es su origen. Un ejemplo, el protagonista entra a una discoteca, o pone música en el coche, o canta. Las películas musicales serían un buen ejemplo de mezcla entre música diegética y extradiegética.

Pero a menudo ocurre que la música, lejos de ser un elemento más, se convierte en el eje central de la película, bien porque sea parte del argumento propiamente dicho, películas sobre música o, más habitual, porque se convierta en el lenguaje comunicativo empleado por los personajes para desarrollar la narración, como en películas musicales.


  • En esta escena la música la he insertado desde el editor de YouTube. Aquí he intentado darle a la escena y poder encontrar con la música el momento de desesperación, y  así transmitir lo que se debe de sentir en ciertos momentos de ansiedad, de desesperación de no ver salida:


  • En esta escena no he añadido nada de música, solo la melodía que transmite la guitarra. Me hubiese gustado que mi protagonista tocara mejor la guitarra y esta hubiese estado afinada. Pero esto puede ser un ejemplo que cuando la música se convierte en ruido puede estropear la mejor de las escenas. Con esto no quiero decir que esta escena sea mala, solo que la música la perjudica:


  • El sonido de un solo de guitarra me suele emocionar, porque me hace recordar, soñar..., me afecta, como debe de estremecer una escena de este tipo:


  • He intentado desde el editor de escenas de YouTube ponerle música de fondo que acompañara a la guitarra del protagonista, intentando exponer la música diegética y la extradiegética juntas en una misma escena. Pero al terminar el proceso de actualización solo se escuchaba el clip de música insertado. por lo que lo he eliminado y he optado por subirlo de nuevo con el sonido original. Me gustan esas palabras:
 



Pasito a pasito.Y abrazos.

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